Editorial

Casen 2022 y prioridades futuras

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La semana pasada se conocieron los resultados de la encuesta Casen 2022, única en entregar una situación detallada de la caracterización económica de nuestro país. Con una economía deteriorada y una elevada inflación -que impactó fuertemente al alza el valor de la canasta básica de alimentos y de la línea de la pobreza –gran sorpresa causó la importante reducción de la pobreza por ingresos y pobreza multidimensional, las cuales alcanzaron mínimos históricos de 6,5 y 16,9%, respectivamente.

No es claro que las prioridades hacia adelante deban centrarse en financiamiento fiscal para sostener subsidios monetarios.

“En esta oportunidad la política pública fue más importante que el crecimiento”, dijo el ministro de Hacienda, y está en lo cierto. Porque si comparamos los resultados de Casen 2022 con aquellos del período prepandemia, vemos que mientras los subsidios monetarios promedio por hogar hoy son prácticamente el doble (subieron de $36.938 a $67.770), los ingresos del trabajo promedio de las familias aún no logran recuperarse, siendo 3,3% inferiores a las cifras 2017. La situación es aún más crítica para los deciles más vulnerables del país, los que no sólo muestran ingresos del trabajo muy por debajo del período prepandemia, sino que incluso más bajos que hace 10 años atrás.

Sólo mirando promedios (la situación de los más vulnerables suele también en este caso ser aun peor), resultan asimismo preocupantes los resultados de carencias en materia laboral: cerca de un tercio de los ocupados de nuestro país no cotiza, y la carencia de ocupación (sólo dejando fuera el periodo de pandemia) fue mayor a todos los registros de la última década.

En tiempos en que la (hasta hace poco vapuleada) focalización de los recursos públicos pareciera ser el elemento clave que permitió mostrar una (siempre bienvenida) disminución en la pobreza, la gran pregunta que subyace es si las prioridades futuras deben centrarse en la búsqueda de financiamiento fiscal para sostener subsidios monetarios como los que registra la última Casen, o si debemos retomar una senda del crecimiento que habilite, sobre todo a los más vulnerables, a recuperar los ingresos provenientes de una fuente laboral estable y formal.

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